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El enfoque del design thinking transforma la perspectiva de las empresas, alejándolas de suposiciones preconcebidas y guiándolas hacia estrategias centradas en el usuario. Esto se traduce en la implementación de procesos de innovación digital abiertos que impulsan servicios, productos y estrategias de negocio disruptivas.
La innovación en productos digitales ocurre en el punto de convergencia entre las necesidades del usuario, los objetivos de negocio y la factibilidad tecnológica. A través de nuestro proceso de Design Thinking, analizamos y fusionamos de manera efectiva estos tres elementos para explorar nuevos conceptos, abordar desafíos concretos, optimizar procesos y materializar ideas innovadoras que no solo aporten un valor real al negocio, sino que también impulsen la verdadera innovación en las empresas.
El Design Thinking propone un enfoque creativo e iterativo para la resolución de problemas. Fomenta una cultura de innovación en la que se incentiva a los equipos a pensar de forma innovadora, lo que da como resultado el desarrollo de productos, servicios y soluciones que pueden dar a las compañías una ventaja competitiva.
El Design Thinking enfatiza de manera significativa la comprensión y empatía hacia las necesidades y preferencias del usuario. Este enfoque conduce a la creación de productos y servicios que se alinean de manera más efectiva con sus expectativas, generando así una mayor satisfacción y un mayor valor en los productos y servicios.
El Design Thinking puede ayudar a identificar y eliminar ineficiencias en los procesos y operaciones. Al optimizar flujos de trabajo y mejorar procesos de desarrollo de productos, las empresas pueden potencialmente reducir costos sin comprometer la calidad del producto o servicio, e incluso mejorarla.
Al centrarse en la creación rápida de prototipos y en los procesos de prueba y validación, el Design Thinking puede acelerar los ciclos de desarrollo de productos y servicios. Este enfoque dinámico ayuda a las empresas a lanzar rápidamente nuevas ofertas al mercado, lo que les permite adaptarse ágilmente a las cambiantes condiciones y satisfacer las demandas de los clientes de manera efectiva.
El Design Thinking promueve la colaboración entre equipos de diferentes departamentos, fomentando un enfoque interdisciplinario que puede derribar barreras y estimular una comunicación y trabajo en equipo más efectivos. Esto añade un valor sinérgico que a menudo no se aprovecha completamente dentro de una organización
Mediante la rápida creación de prototipos funcionales y la realización de pruebas con usuarios, la metodología del Design Thinking ayuda a disminuir el riesgo de lanzar productos o servicios que no encuentren su lugar en el mercado, lo que a su vez conduce a importantes ahorros para las empresas al evitar grandes inversiones poco exitosas.
EFICIENCIA OPERATIVA
Se estima que los procesos y estrategias de desarrollo de productos digitales aumentarán la eficiencia operativa de las compañías en aproximadamente un 19% en los próximos cinco años.
TIME-TO-MARKET
Los procesos de transformación digital pueden tener un impacto significativo en las organizaciones, reduciendo hasta un 17% los tiempos de lanzamientos de nuevos productos y servicios.
REDUCCIÓN DE COSTOS
Las empresas que invierten en investigación y dan prioridad a la innovación de productos digitales están preparadas para conseguir una reducción del 13% en sus costos de producción en los próximos cinco años.
“Son muy profesionales y calificados, y eso se refleja en los resultados. Han hecho un proceso de discovey exhaustivo que demuestra una capacidad de investigación e ideación sobresaliente. En resumen, son excelentes en lo que hacen” Agustín Raimondi, CEO WeLaw
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